21/5/17

Los delfines nos entienden y logran imitar a otros animales [21-5-17]




Los delfines nos entienden y logran imitar a otros animales

En 2012 un grupo de etólogos del delfinario Planeta Salvaje, en Port-Saint-Père (Francia), descubrió que, mientras dormían, los delfines de las instalaciones emitían a la perfección el sonido de las ballenas jorobadas, según informaciones publicadas en su momento.

Esto llevó a los científicos a preguntarse si los delfines tienen la habilidad de hablar “balleno”. Finalmente descubrieron que los cantos que imitaban los animales formaban parte de la banda sonora del parque, dentro de un espectáculo que Planeta Salvaje ofrecía a los visitantes.

Esta simpática anécdota sirvió para avanzar en la investigación sobre el comportamiento de estos animales, que aún sigue siendo un misterio para los etólogos.

José Zamorano Abramson, Doctor en Psicología, especialista en Etología y Cognición Comparada, explica que la capacidad de imitar sonidos y comportamientos es una de las claves para el mantenimiento de la cultura humana.

Según Zamorano Abramson, los delfines copian muy bien las acciones, los gestos y las vocalizaciones. Pueden imitar a delfines de otros grupos e incluso a otras especies como las ballenas. “Es común que los delfines que están en acuarios imiten el comportamiento de sus compañeros de tanque”, ejemplifica.

Pero… ¿por qué imitan los delfines todo lo que ven y oyen? Este experto cuenta que son imitaciones automáticas. Las investigaciones apuntan a que esta capacidad se debe a unas neuronas llamadas “espejo” que pocos animales tienen y que les permite imitar naturalmente los sonidos y acciones de otros individuos.

Que estos simpáticos animales son capaces de imitar con gran soltura no es un misterio, lo que supone una incógnita es si son capaces de entender y discernir lo que imitan.

El Investigador, que lleva más de seis años dedicado a estudios cognitivos en mamíferos marinos, especifica que lo más probable es que se trate de una imitación automática, no racional. “Cuando el delfín hace un sonido no se está refiriendo a un objeto concreto. Este animal no tiene un lenguaje referencial, en su caso, los sonidos tienen que ver con estados emocionales, con intenciones, no se refirieren a objetos concretos”.

¿Pueden aprender otros idiomas?


Hasta la fecha se ha conseguido que los delfines cuenten hasta diez y que reconozcan palabras concretas (en inglés) pero nunca que hagan frases por su cuenta.

También se les ha enseñado el lenguaje de signos, en el que han demostrado comprender las oraciones. “No sólo obedecían las órdenes, sino que entendían la oración y cuando los cuidadores cambiaban el orden de las palabras, los animales comprendían el significado de la frase”. El investigador del Grupo de Estudio del Comportamiento Animal y Humano de la UCM señala que esto implica la comprensión por parte del delfín de ciertas características del lenguaje humano, algo que no ha conseguido ningún animal.

Pero aunque se ha demostrado que estos cetáceos entienden determinadas relaciones semánticas y sintácticas y comprenden las reglas del lenguaje humano, “lo que no se ha conseguido es que ellos digan la frase”, concluye.

Se llaman ‘por su nombre’

La totalidad de la experiencia vocal sitúa la comunicación de los delfines más cerca de la de los humanos que cualquier otra especie.

Los delfines tienen unos sonidos firma, cada animal tiene su propio sonido para sí mismo y, según este experto en comportamiento e inteligencia social de los mamíferos marinos, esto es lo más parecido a un nombre que hay en el mundo animal y es en esta especie en la única que se ha encontrado este fenómeno. “Cuando los compañeros quieren llamar a un delfín en concreto, emiten su sonido característico, “como si lo llamaran por su nombre”, apunta Abramson.

Todos a una, en sincronía

Estas increíbles capacidades que los científicos han encontrado en los delfines se deben en parte a que no viven en grupos anónimos, sino en sociedades muy complejas donde actúan de manera conjunta y coordinada e incluso nadan en sincronía.

Dentro del grupo, saben quién es quién, tienen roles y se reconocen unos a otros. Son criaturas muy sociables que mantienen relaciones de amistad y enemistad dentro de su grupo. Además, son de las pocas especies capaces de reconocerse a sí mismos en un espejo, lo que supone un indicativo de que tienen consciencia de sí mismos y de los demás.

El hecho de que comprendan características del lenguaje humano, que tengan consciencia de sí mismos, que tengan “nombres propios” y que mantengan lazos afectivos entre ellos (e incluso con otras especies) son signos de una gran inteligencia.

Para concluir, Zamorano Abramson destaca que la imitación puede ser un mecanismo que permita la transmisión no genética de información que mejore la eficacia biológica de la especie y permita la transmisión de tradiciones locales, esto es, de su cultura.

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